La irresposabilidad de jugar con los jubilados.

La única verdad es la realidad decía el general, ninguno de los senadores que votaron a favor de la ley del 82% móvil les importa los jubilados. En el año 2001 algunos levantamos del grupo A fueron los que recortaron el 13% de las jubilaciones para pagarles al FMI. También eran los mismos sujetos que se reían y tomaban con sorna la protesta de Norma Pla que con un grupo de jubilados enfrento a Cavallo buscando el mínimo de cuatrocientos pesos, recordemos que el ex ministro de economía ademas de negar aquella suma mando a lavar los platos a los científicos en esa época no había presupuesto solo se le pagaba al fondo y el país se endeudaba para sostener la farsa del1a1.

Escuchando los discursos de los senadores lo único que queda claro es que los legisladores piden algo imposible de cumplir buscando el endeudamiento externo y permitirle al FMI nuevamente dirigir los destinos económicos de nuestro país con los conocidos nefastos resultados y obligar al gobierno a desprenderse de activos como el fondo de garantía para que los bancos y el establishment los adquieran a precios de bicoca.

El gran definidor y actual vicepresidente de la nación al explicar nuevamente el voto no positivo no se refirió a como se obtendrían los recursos para poder cumplir con la mencionada ley, simplemente dijo aprobemos esto y después vemos como hacemos.

Es muy poco serio que el actual presidente de la cámara de senadores defina una discución con un argumento que demuestra que lejos de ser una alternativa superadora es la improvisación pura ignorando intencionalmente que se desfinanciaba el estado con la aprobación de la ley con lo que nos perjudicamos todos.

Custodios de la seguridad jurídica de los monopolios, nada dijeron cuando clarín vendió a las AFJP acciones del grupo y al otro día costaban mucho menos de la mitad consumando una gran estafa para los pobres viejitos que hoy defienden. Partidarios del discurso único lo que hicieron fue jugar con la ilusión de la clase pasiva para aprovechar el supuesto rédito político del veto presidencial a un año de las elecciones.