Los chicos de la capital se niegan a estudiar en las escuelas publicas en donde se les puede caer el techo en la cabeza, no aceptan se venga abajo una escalera cuando tienen que subir y ademas exigieron que funcionen los baños. La primera reacción del actual ministro de educación porteño ante estas “revolucionarias exigencias” fue obligar a las autoridades escolares de dichos establecimientos a confeccionar listas con los datos de los participantes en las protestas. Luego del inevitable revuelo que causo la medida de una gestión, cuyo leit motiv es el desprecio de lo publico y el privilegio a lo privado, se dio marcha atrás.
¿Cual era el uso que el gobierno porteño le iba a dar a las mencionadas listas?. La noche de los lapices es un recuerdo muy latente y amargo .Rodriguez Larreta casi sin convencimiento ante los medios declaro”las listas eran para proteger a los chicos de que no haya infiltrados”. La mejor protección para los chicos es que puedan estudiar sin que se les caiga el techo en la cabeza o,¿no?.
El ministro de educación porteño Esteban Bullrich recién ayer presentó en la legislatura el plan de inversión en infraestructura para los colegios entonces si ahora van a empezar a invertir es por que antes en la educación publica no lo habían hecho de esto se deduce que los chicos tenían razón que no son una manga de loquitos como gran parte de la prensa nos quiso hacer creer. Estaría bueno que Mauricio, Rodriguez Larreta y Cía celebren sus reuniones de gabinete en el colegio Mariano Acosta. Pero no se van a arriesgar a que se les caiga el techo encima.
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