Si bien hoy se recuerda la muerte de Belgrano y No la creación de la bandera oficialmente es el día de la bandera por eso decidimos publicar algunas curiosidades sobre la misma . Espero que les guste.
LA OSADÍA DE BELGRANO
Por pacho O´donnell
"Cuando Belgrano izó por primera vez la insignia azul y blanca a orillas del río que luego seria llamado, en conmemoración, Juramento, fue severamente reprendido por las autoridades porteñas, quienes le ordenaron deshacerse de ella y volver a enarbolar la roja y gualda de la Corona española.No le fue mejor más tarde cuando en camino hacia el Alto Perú, festejando el segundo aniversario de la proclama de Mayo, vuelve a reemplazar el estandarte real por la bandera celeste y blanca, la que hace bendecir por el cura Gorriti y pasear por las calles de Jujuy.Enarbolada en el Cabildo y saludada por salvas de los cañones, Belgrano hizo formar las tropas ante ella, arengándolas con lo que para muchos fue una verdadera declaración de independencia, alejada de las especulaciones politiqueriles de Buenos Aires."El 25 de Mayo será para siempre memorable en los anales de nuestra historia, y vosotros tendréis un motivo más para recordarlo cuando sois testigos, por primera vez, de la bandera nacional en mis manos, que nos distingue de las demás naciones del globo (...) Esta gloria debemos sostenerla de un modo digno con la unión, la constancia y el exacto cumplimiento de nuestras obligaciones hacia Dios (...) Jurad conmigo ejecutarlo así, y en prueba de ello repetid ¡Viva la Patria!”Su comunicación al Triunvirato le es respondida por el inconfundible estilo de Rivadavia."E1 gobierno deja a la prudencia de V.S. mismo la reparación de tamaño desorden (la jura de la bandera), pero debe prevenirle que ésta será la última vez que sacrificará hasta tan alto punto los respetos de su autoridad y los intereses de la nación que preside y forma, los que jamás podrán estar en oposición a la uniformidad y orden. V.S. a vuelta de correo dará cuenta exacta de lo que haya hecho en cumplimiento de esta superior resolución."Buenos Aires privilegiaba el temor a desagradar al embajador Lord Strangford y se sometía a la estrategia inglesa de sostener hipócritas buenas relaciones políticas con España, que excluían inoportunos arrestos independentistas de sus colonias, a cambio de arrancarle las mayores concesiones comerciales.Furioso y despechado, don Manuel responde el 18 de julio de 1812, sincerándose que en las dos oportunidades había izado la bandera para "exigir a V.E. la declaración respectiva en mi deseo de que estas provincias se cuenten como una de las naciones del globo". Pero ya que el gobierno no dictaba la independencia, no le cabía otra conducta que recoger la bandera, "y la desharé para que no haya ni memoria de ella -escribe con conmovedor despecho-. Si acaso me preguntan responderé que se reserva para el día de una gran victoria y como ésta está muy lejos, todos la habrán olvidado."Razones tenía Belgrano para estar sorprendido puesto que, imbuido de la necesidad de no precipitar la autonomía de España, había elegido para la bandera los colores borbónicos, de la casa del Rey Fernando VII: tres franjas, dos azul celeste exteriores y una blanca interior. Los colores que ya lucían en la Escarapela Nacional de las Provincias del Río de la Plata, creada por decreto del 18 de febrero de 1812.Fue Sarmiento, quien, años más tarde, señalaría que "las fajas celestes y blancas son el símbolo de la soberanía de los reyes españoles sobre los dominios, no de España sino de la Corona, que se extendían a Flandes, a Nápoles, a las Indias; y de esa banda real hicieron nuestros padres divisa y escarapela, el 25 de Mayo, para mostrar que del pecho de un rey cautivo tomábamos nuestra Soberanía como pueblo, que no dependió del Consejo de Castilla, ni de ahí en adelante dependería del disuelto Consejo de Indias". (¿Quién habrá inventado esa cursi historia de don Manuel elevando su mirada e inspirándose en cielo y nubes?)La bandera celeste y blanca se izó en la fortaleza de Buenos Aires sólo tres años más tarde, luego de la caída de Alvear a raíz de su fracasada intentona de defenestrar a San Martín como Gobernador de Mendoza, sustituyéndolo por el coronel Perdriel "Bibliogarafia "El Grito Sagrado " 2004 Autor Pacho O´donnell pag 13 Ed Sudamericana
ORIGEN DEL CELESTE Y BLANCO
Por jose Maria Rosa
La bandera blanca y azul, establecida definitivamente en 1818 en sus tres franjas horizontales, flameó desde entonces en el Fuerte de Buenos Aires, y combatió en la primera guerra contra Brasil.Artigas había erigido en 1813 otra bandera de tres franjas horizontales azules y blanca, pero le añadió en diagonal un trozo punzó en señal de federalismo. Esta bandera fue adoptada, también por Entre Ríos y Corrientes. No obstante ser la triunfadora en la jornada de Cepeda el 1º de febrero de 1820, no desplazó a la blanca y azul; pero desde entonces el color punzó o colorado sería usado como escarapela o divisa partidaria por los federales, mientras los unitarios emplearon una divisa de color celeste: “celeste diluido”, no azul-celeste como la escarapela nacional.Al preparar Lavalle en Martín García el ejército llamado “Libertador”, recibió como obsequio una bandera celeste y blanca, ‘ que usó en sus campañas y cayó en Famaillá en poder de sus vencedores. Era un distintivo partidario y no una bandera nacional, como lo dice Miguel Otero en sus Memorias: “ni siquiera enarbolaron (los libertadores) el pabellón nacional azul y blanco, sino el estandarte de la rebelión y la anarquía celeste y blanco para que fuese más ominosa su invasión en alianza con el enemigo” (ed. 1946, pág. 165).Como el color de la bandera nacional se diluyera por la intemperie semejándose al celeste del enemigo, Rosas o sus partidarios, sin modificar la ley, empezaron después de 1840 a cargar las tintas del azul haciéndolo de color más subido hasta exagerar en azul-turquí o aún en un tono casi negro. Blanca y azul-turquí fue la bandera de la Vuelta de Obligado en 1845, que recibió en 1849 el homenaje de los cañones ingleses por el tratado Southern y en 1850 el desagravio triunfal de la escuadra francesa.(Entre paréntesis: la bandera que flameó en el Fuerte durante la época de Rosas habrá exagerado el tono de su azul, pero no tuvo el aditamento de gorros frigios colorados como suponen algunos después de ver el pabellón de un barco mercante que existe en el Museo Histórico de Buenos Aires.)Producida la caída de Rosas el tono de la bandera volvió al azul “del cielo”, aunque muchos regimientos variaban la gradación del color: más oscuro en los estandartes de la Confederación, más claros en los de Buenos Aires; pero siempre azul y no celeste.Blancas y azules fueron las banderas argentinas en la guerra del Paraguay, como puede verse en los museos de Buenos Aires y Montevideo.Fue Sarmiento el introductor del celeste unitario en vez del azul de la bandera nacional. En su Oración a la Bandera de 1870, después de denigrar a la “blanca y negra” de la Vuelta de Obligado caída gloriosamente en lucha contra fuerzas superiores, dice aquello que bien pudo ahorrarse: “la bandera blanca y celeste ¡Dios sea loado! no fue atada jamás al carro triunfal de ningún vencedor de la tierra”. A la bandera de Sarmiento, “los vencedores de la tierra” no la ataron jamás a su carro triunfal, porque se ató sola. Tampoco la reconocerían por vencedora con el saludo de 21 cañonazos sin contestación.Mitre, no obstante no haberla usado durante su presidencia, se agregó entusiasmado a los partidarios del color celeste. En 1878 se publicaban las Memorias del general Espejo donde el viejo compañero de San Martín recordaba como fue originariamente azul el color de la bandera de los Andes conservada desteñida en Mendoza. Mitre lo atribuyó a una disminuida memoria del veterano y trajo en apoyo del celeste dos pruebas que creyeron decisivas: una nota de Belgrano comunicando al Triunvirato la erección de una bandera “blanca y celeste de los colores de la escarapela”, en febrero de 1812 junto al Paraná, y un óleo de San Martín confeccionado en Bruselas en 1828 en el cual el Libertador aparece envuelto en una bandera celeste y blanca. Objetó ambas pruebas Mariano Pelliza, pues Belgrano – decía – en su nota empleaba celeste como sinónimo de azul-celeste pues así era la escarapela sancionada por el Triunvirato; y azul-celeste no era el semicolor diluido de los unitarios que Sarmiento y Mitre pretendían imponer. En cuanto al óleo de San Martín, bien podía haberse perjudicado por el transcurso del tiempo o ser la fantasía de un artista. Finalmente sostuvo Pelliza que el término “azul”, empleado en definitiva, por el Congreso de 1818 y el Director Pueyredón, no admitía tergiversaciones. Su opinión pareció definitiva.Desde entonces se ha usado indistintamente el azul y el celeste. En 1908, a pedido de la Comisión del Centenario y ante la anarquía existente se estableció el color azul de la ley 1818 para la confección de banderas. Sin embargo, siguió empleándose el celeste y alguno vez se lo tuvo – invocándose a Sarmiento y a Mitre más que a Belgrano y a Pueyrredón – por el color nacional.
Bibliografia el Revisionismo responde Autor Jose maria Rosa 1era edicion 1964 ediciones Pampa y Cielo
Bibliografia el Revisionismo responde Autor Jose maria Rosa 1era edicion 1964 ediciones Pampa y Cielo
No hay comentarios:
Publicar un comentario