martes, 30 de septiembre de 2008

Bienvenidos al nuevo populismo

“No se pueden dar 700 mil millones a los bancos y olvidarse del hambre”.
El autor de esta frase que tiene mucho de verdad no la dijo Fidel Castro ni tampoco Hugo Chávez, no fue ningún presidente latinoamericano de los llamados populistas como el de Ecuador Correa, Cristina Kirchner tampoco Evo Morales. La declaración fue hecha nada mas ni nada menos que por el presidente del Parlamento Europeo Hans - Pert Poettering un parlamento cuya mayoría de los países que lo integran no son un canto precisamente al populismo. Tomemos como ejemplo Francia, Italia, Austria y Polonia.
Después del Black Monday (Lunes negro) donde las bolsas del planeta se derrumbaron al ritmo de los discursos de los congresales norteamericanos en el capitolio que rechazaron el socialismo al revés que proponía Bush y su equipo de cráneos algunas cosas es preciso recordar.
Ciento dieciocho congresales republicanos votaron en contra de W, el principal motivo fue que en el salvataje se dejaban a afuera a las familias norteamericanas afectadas por la crisis que iba a llevar a que las familias pierdan sus casas, solicitaban que el estado intervenga a favor de estas. ¿Que se hubiera dicho si por ejemplo esta medida la pedía algún parlamento Sudamericano?
La portavoz de la cámara de representas norteamericana Nancy Pelosi durante su discurso en el capitolio vertió unas interesantes expresiones a tener en cuenta.

"¿Cuándo fue la última vez que alguien les pidió 700.000 millones de dólares? Es una cifra asombrosa, que nos indica simplemente el coste de las fallidas políticas económicas de la Administración Bush. Políticas construidas sobre la base de la temeridad presupuestaria, sobre una mentalidad del todo vale, con no regulación, no supervisión y no disciplina en el sistema".

"Los demócratas insistieron en que la ley que responda a esta crisis debe proteger al pueblo (norte)americano y a la gente de la calle ante el desastre de Wall Street. El pueblo americano no decidió debilitar peligrosamente nuestras políticas regulatorias y de supervisión. Ellos no sellaron acuerdos financieros arriesgados y poco sensatos. Ellos no pusieron en peligro la seguridad económica de la nación. Y ellos no deben pagar el coste de esta ley de emergencia y estabilización".

Saludablemente no solo se derrumba el mito de la no intervención estatal en la economía, también se derrumba la creencia que las medidas populistas que tiendan a la inclusión social son malas y antiproducentes.
Che al final el populismo no era tan malo como los yanquis nos decían ¿No?

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