Carta Abierta de Orlando Barone
Hoy Raúl Alfonsín a solas está preguntándose por qué sus sucesores y compañeros del radicalismo se alejaron tanto de sus raíces. Porque todo cuanto él hizo para superar aquel radicalismo oblicuo que le llamó al pueblo “aluvión zoológico”, los actuales diputados y dirigentes lo han echado a la basura. Alfonsín, en cuyo funeral muchos reaccionarios se mimetizaron de republicanos, debe haberse quedado definitivamente solo después de ver a su partido desandar el camino que él iniciara hacia la social democracia y que hoy han desviado hacia la negación y la ignorancia. ¿En qué reservorio carente de lucidez se criaron y entrenaron los legisladores radicales que en lugar de legislar deslegislan y que en lugar de hablar en el agora de la democracia se la pasan gritando alucinados por los parlantes del monopolio y de las corporaciones? Qué retroceso de la dialéctica. Qué abandono del campo de batalla. ¡Qué negación! En lugar de perder peleando pierden huyendo hacia ninguna parte o hacia una parte que mejor no decir cuál es por no herir más a la democracia. Este radicalismo feroz, asociado episódicamente a no radicales y “no positivos” aún más feroces , sumido en ese onanismo “anti” con más resistencia y encono que la que tuvo ante las dictaduras, es un extraño enigma de nostalgia. Nostalgia de aquel radicalismo de los ochenta, que logró la hazaña de la Conadep y del juicio a los militares; que se integró a Latinoamérica y a Cuba, y que intentó enfrentarse a la ortodoxia de mercado. Hoy como una bandada de pájaros desorientados ha corrido hacia el vacío: ha sellado su destino de época apocada de fraternidad política. Ha obrado como si su negocio fueran los negocios; y como si su libertad de prensa fuera únicamente la libertad de empresa. El teatro mediático es una adicción que los está desguasando. Qué pena. Pensar que aquél Alfonsín , casi solitario en aquella Rural enfurecida en su contra, en minoría y silbado por los mismos que hoy sus correligionarios soban , les dio debate en un monólogo inolvidable. Estos de hoy no. No discuten. Se han ido tan a la derecha que se fueron a la mierda. Para volver a limpiarse van a tener que bañarse otra vez en aquellas enterradas memorias.
Carta abierta de Orlando Barone – http://www.orlandobarone@blogspot.com/
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