El ocaso le llegó, como tenia que ser, no había manera. Sus famosos equipos técnicos que tenia preparado hace 10 años para ser jefe de gobierno me pregunto ¿donde están?.
El lobo al final era un simple corderito, del amenazante “vamos a echar a los Kirchner por la ventana” a esta versión dantesca del baile de Gilda en un club vecinalista, ante no mas de dos mil personas, para anunciar la derrota sin subirse al Ring. Sus asesores de marketing y su Gurú “Duran Barba” le aconsejaron no perder por goleada. Se conforma entonces con el repechaje que es la reelección a Jefe de gobierno, osea que de ultima elige la ciudad por que para las elecciones nacionales no le da el cuero, entiendo entonces que la ciudad es un descarte para Mauricio y su troupe del colegio cardenal Newman. Un mal precedente para el ardid de la nueva política el gobernar por descarte un distrito que nunca le importó donde el odio de clase(les suena la UCEP), la negación de la cultura y el desprecio por la educación publica fueron banderas que el discurso del estandarte del Tea Party argentino busca reeditar a nivel vecinal.
En este caso el marketing político no le alcanza para cruzar la Gral Paz, solo para bailar con globitos multicolores como si fuera una fiesta de 15.
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